Después de una larga temporada de retiro voluntario, más de cuatro meses, retomo las riendas de este blog. 

La razón de este parón ya la expliqué en su momento, cuando a finales de Noviembre decidí realmente poner en orden mi vida, y priorizar aquello que sí que era importante, frente a otras cosas que me llenaban, si, pero se habían convertido en una especie de lastre. 
La vida, una vez más, me sorprendió con un giro profesional muy importante. De esos regalos que caen del cielo cuando menos te lo esperas, o cuando simplemente ni los buscas. Pero que de tan sorprendentes hacen que todo tiemble, dudes, y te toque revisar bien todas tus cartas para ver cuál es el paso que debes dar para ganar la partida de una vez por todas. 
Me tocó revisar una a una mis prioridades y quedarme con las que realmente eran importantes. Escogí tres: mi familia, mi salud y mi tiempo. Y en base a ellas tomé la decisión de aceptar la propuesta laboral que me hacían, puesto que estaba al cien por cien en consonancia.
Dejando a un lado a mi familia, que es obvio que para una madre, esposa, hija y hermana, es prioritario, en los últimos años me había dado cuenta de lo importante que eran la salud, y el dedicarse tiempo a uno mismo. 
La salud es un pilar tan indiscutible que simplemente hace que las cosas vayan bien o mal. Por mucha actitud positiva que tengas, cuesta el doble mantener la sonrisa y el buen humor cuando sientes dolor, o malestar. Cuando nuestro cuerpo, sin embargo, está lleno de energía, está saludable, la sintonía con nuestra mente es total y ya puede caernos una bien gorda que estaremos mejor preparados para enfrentarnos a lo que sea. 
A mí el estrés me afecta de una manera curiosa puesto que inmediatamente empieza a dolerme la cadera izquierda. No sé si habrás oído hablar de psoas, pero es un músculo al que se le considera portavoz de las emociones. En mi caso, el estrés, la ansiedad, hacen que se tense de tal manera que hace cuatro años llegó a provocar un desgaste tan grande de mi articulación que tuvieron que cambiarla por completo. Y sólo tenía 35 años. 
Ese fue un punto de inflexión, y me hizo empezar a replantearme si realmente la vida que llevaba en ese momento era la más adecuada. Las prótesis no son para siempre, así que desde entonces trato de alejar el alto nivel de estrés de mi vida. 
Y justo por eso mi tercera prioridad es tan importante: tener tiempo para mí. 
Después de muchos años a la carrera, haciendo malabares con un trabajo absorbente de 9 o más horas fuera de casa, con tres niños pequeños y la casa, me di de bruces con una realidad absoluta: el día tiene 24 horas, así que por mucho que lo intentes, nunca jamás te cundirán como 30. 
El caso, es que en esas 24 horas al final anteponemos todas las demás cosas antes que reservarnos un tiempo para nosotros. El resultado: una enorme sensación de frustración al final del día, de la semana, del año…
Y cuando empecé a tener ese tiempo para mi, para tomarme un café sola, para caminar por el Retiro cada día, para escribir en mi diario, o leer un libro, me di cuenta del enorme beneficio que me proporcionaba. Estar contenta, más feliz. Esa sensación provoca una mejor relación con mis hijos (menos gritos y tensión por las tardes), con mi marido, en definitiva, conmigo misma, menos estrés, más salud.
Por eso, cuando en Diciembre en la ecuación se sumaron un trabajo nuevo y la Navidad, lo tuve claro. Tenía que seguir teniendo tiempo de calidad para mi. OEMVI y La Merienda a las 5 tenían que quedarse en pause porque me robaban muchas horas. 
Cuando tu futuro laboral es incierto, apuestas por las cosas que te gustan, y reconozco que tuve la intención de convertir OEMVI en una profesión y vivir de ella. No como organizadora profesional porque sinceramente nunca me he visto ordenándole a nadie su casa y porque la limpieza no me vuelve tan loca como para dedicarme en cuerpo y alma, pero si ayudando a gente como yo a reconducirse en esos momentos en los que como yo estuve en su día, necesitan una luz en el camino.
Sin embargo la vida te sorprende, y de buenas a primeras, te coloca en un nuevo camino que sientes que es en el que debías haber estado mucho antes, porque es EL CAMINO. Y con esto llego al alegato final de este ya larguísimo post. 
Han pasado cuatro meses, durante los cuales, he seguido aprendiendo mucho, de mi profesión, el Arte, de educación para seguir aprendiendo a ser madre de ya casi adolescentes y de desarrollo personal porque me apasiona.
En mí se ha reforzado la idea de que  no consiste en hacer más, sino en hacer menos pero muy bien. Que la productividad no es lograr hacer muchas cosas en 24 horas. Me he dado cuenta de que estaba enfocando mal las cosas, que estaba equivocada.
En este nuevo camino, he conseguido, por fin, equilibrar la balanza entre lo profesional y lo personal. Mis tres prioridades son respetadas, y yo me encuentro mejor que nunca. Y quiero compartirlo, quiero hacer ver a todas aquellas personas que se sienten desbordadas que existe ese equilibrio y lo que es más importante, que se puede lograr. 
Así que OEMVI adquiere desde ahora un sentido meramente altruista y como tal le dedicaré el tiempo que me sobre. Por eso no puedo decir si las publicaciones en el blog serán regulares, si escribiré una vez a la semana, o cada dos meses, será cuando pueda y tenga que ser. 
Probablemente Instagram lo mantenga más vivo, porque implica menos trabajo y me resulta más cómodo. En él si que he seguido compartiendo pequeñas píldoras de mis mantras, frases que leo, libros que me llenan… 
En cuanto a los descargables, retos, newsletter y demás, dudo que pueda seguir haciéndolos como hasta ahora. Por lo que en los próximos días los dejaré fijos en el apartado de arriba de descargables para que estén a vuestra disposición. Por si os pueden ayudar, por si necesitáis empezar por algún sitio a poner en Orden vuestra Vida. 
Nos vemos pronto y muchas gracias por seguir aquí.

5 Comentarios

  1. Unknown

    extrañaba tanto tus comentarios!!!!!!! te entiendo perfectamente, tomate el tiempo que quieras pero por favor, no dejes de escribirnos!!!!!! muchos besos. Marta

    Responder
  2. Anónimo

    Mucha suerte en tu nueva andadura y estaré contenta cada vez que vuelvas a escribir. Besos!!

    Responder
  3. Anónimo

    Me parece estupendo y gracias por compartirlo

    Responder
  4. Montse

    Me alegro mucho por ti Esther, y por supuesto es un placer volver a leerte. Un abrazo

    Responder
  5. Marian

    Enhorabuena por el cambio y por ka valentía para llevarlo a cabo! Mucha Suerte para todo lo que viene

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *